Partido “fácil” el disputado por A.Tegueste y no por el rival que, pese a su juventud, es un digno contrincante de esta segunda autonómica con líneas bien perfiladas y jugadores en progresión, además de la excelente dirección de juego de su entrenador. Fue fácil porque se palpaba en el ambiente que A.Tegueste no podía volver a fallar, y esa misma losa pesará a lo largo de la temporada. Los teguesteros tienen claro que sin errores todavía se puede acabar arriba en primera posición.
Volviendo al encuentro disputado en el Camino Largo hay que decir que ambos equipos disputaron el partido con cierta parsimonia, como relajados en exceso. Era un ir y venir con pocas diferencias en el marcador. Si se notaba que para Juventud Laguna todo era más complicado. A.Tegueste buscaba sus opciones de tiro algo más que en ocasiones recientes, había más control de la zona, tanto en defensa como en ataque; no había velocidad en el juego, no se rompía el partido pero tampoco había locuras. Juventud volvía los guarismos una y otra vez a distancias superables e insistía en potenciar su juego interior variando una y otra vez sus torres, alternaba jugadores de control con otros más veloces, hacía un baloncesto confiado que no le iba mal. Pero al final si hubo ruptura, faltaban algo más de tres minutos para terminar y el marcador lo tenía Juventud nueve abajo, atacaban para ponerse a siete y… crash. Se rompió la paz y se acabó con un parcial de 23 – 4 para los del Villa de Tegueste. Un resultado de 49-77 que resulta exagerado para lo que ocurrió durante más tiempo. Ahora A.Tegueste se pone con un 7-2 y muchas lobos a la espalda esperando signos de debilidad.
INCIDENCIAS.- En la deportividad característica de estos encuentros hubo un lunar casi terminado el partido que acabó con un jugador de Juventud en la caseta por descalificante al dar un empujón a un contrario luego de una falta.
ÁRBITROS.- Espesos. Sin influir en el resultado. Parecían mal coordinados.
ENTRADA.- Algo más de 50 espectadores muy atentos y algo condicionados por el frío lagunero.
Volviendo al encuentro disputado en el Camino Largo hay que decir que ambos equipos disputaron el partido con cierta parsimonia, como relajados en exceso. Era un ir y venir con pocas diferencias en el marcador. Si se notaba que para Juventud Laguna todo era más complicado. A.Tegueste buscaba sus opciones de tiro algo más que en ocasiones recientes, había más control de la zona, tanto en defensa como en ataque; no había velocidad en el juego, no se rompía el partido pero tampoco había locuras. Juventud volvía los guarismos una y otra vez a distancias superables e insistía en potenciar su juego interior variando una y otra vez sus torres, alternaba jugadores de control con otros más veloces, hacía un baloncesto confiado que no le iba mal. Pero al final si hubo ruptura, faltaban algo más de tres minutos para terminar y el marcador lo tenía Juventud nueve abajo, atacaban para ponerse a siete y… crash. Se rompió la paz y se acabó con un parcial de 23 – 4 para los del Villa de Tegueste. Un resultado de 49-77 que resulta exagerado para lo que ocurrió durante más tiempo. Ahora A.Tegueste se pone con un 7-2 y muchas lobos a la espalda esperando signos de debilidad.
INCIDENCIAS.- En la deportividad característica de estos encuentros hubo un lunar casi terminado el partido que acabó con un jugador de Juventud en la caseta por descalificante al dar un empujón a un contrario luego de una falta.
ÁRBITROS.- Espesos. Sin influir en el resultado. Parecían mal coordinados.
ENTRADA.- Algo más de 50 espectadores muy atentos y algo condicionados por el frío lagunero.
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