Partido de la tercera jornada de
esta segunda autonómica tan igualada y victoria visitante. El partido resultó
un mar de dudas ya que ninguna escuadra fue capaz de imponerse con claridad al contrario. En general las alternativas en el marcador eran producto de
rachas más o menos intensas y de intervenciones arbitrales decisivas.
Si desde el primer cuarto los
equipos comenzaron a marcar dinámicas muy parecidas, los del Pisaca se llevaban
el cuarto por mayor insistencia y algo más de claridad en la opciones de
ataque. Todo ello sin ser ninguno de los dos equipos un compendio de
virtudes, pues los fallos prevalecieron sobre los aciertos. 19-11 cuando Tegueste puso su
equipo de gala.
El segundo cuarto fue el de la
remontada. El parcial que endosó el equipo de la Villa a los locales llegó a un
15-1 que les devolvía a la lucha y les metía en harina. Ese estímulo fue
decisivo a la postre porque desde entonces Tegueste no permitió ligerezas al
contrario. 28-31 y al vestuario.
Cuando se volvió a la cancha,
luego del descanso, el partido se formalizó y ambos conjuntos iban a la par en
aciertos y errores. Tegueste era más veloz y más inteligente en sus opciones
mientra que Pisaca se volvía más relajado y a la vez más pícaro en la pintura.
Las defensas eran descompensadas y sonaba más veces el pito en la zona
forastera que en la local. Las faltas eran excesivas en un lado y escasas en el otro.
Y llegó el cuarto decisivo con
ventaja visitante de cinco puntos 42-47, para entonces los ánimos estaban muy
encrespados y parecía que Pisaca tenía que ganar por lo civil o por lo militar
pues arreciaban las protestas desde su banquillo y desde su afición. Esta circunstancia determinó hacia que lado se
inclinaba la balanza ya que aparecieron las técnicas y los tiros libres dieron un colchón
al Villa de Tegueste imposible de salvar para los de Guillermo. Al final 60-67
que hace justicia al baloncesto de quién jugó en todo momento y respetó las
decisiones arbitrales.
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