Nueva jornada de la segunda autonómica y nuevo triunfo del Cicar Tegueste, en esta ocasión ante un correoso CB Guancha. El partido tuvo su meollo y no fue un paseo ni nada que se le pareciese. Ambos equipos tuvieron su guerra particular y en este caso salió victorioso el club teguestero.
Los dos primeros cuartos fueron un calco el uno del otro. Ambos equipos jugaban un baloncesto relajado y en toda la cancha. Se daban acciones más o menos importantes pero en ningún caso de peso. Ahora marcas tú ahora marco yo. Esto permitía a los visitantes adquirir unas diferencias para ir solventando la papeleta. 12-20 en el primer cuarto y 18-20 en el segundo que dejaban el marcador al descanso con un light 30-40.
Pero al regreso de los vestuarios fue cuando empezaron a saltar chispas y se vio el partido real. Allí aparecieron tres agentes que marcaron el devenir del encuentro, apretaron el resultado y hasta hicieron soñar con la sorpresa a la escasa parroquia local. Si, tres agentes. Ya se sabe que en los partidos juegan dos equipos (agentes) y estos cogieron la responsabilidad y se dieron a la batalla. Los de casa sorprendieron con un parcial de salida que hizo recapacitar al entrenador forastero. Este aliciente ya le sirvió al CB Guancha para no cesar su acoso y derribo el resto del encuentro. Cicar Tegueste confió en sus armas y supo parar a los enfervorizados guancheros cuando más carne ponían en el asador. Itamar, entrenador de los de Tegueste, tiró de velocidad y tiradores y le bajó los humos a los correosos jugadores del Guancha. Cuando más se acercaban los de casa más oposición encontraban... a dos puntos llegaron a colocarse los dueños de la cancha. Y como el partido no tenía bastante con lo que ofrecían ambos agentes (equipos) apareció la figura de uno de los trencillas, el tercer agente, que se convirtió en el dueño y señor de la verdad. Ahí estaba aquel convivado de piedra para decir falta cuando su compañero decía fuera, para ver en los de Tegueste lo que no veía en los de La Guancha, para apretar el marcador, para pitar técnica si era preciso con tal de arreglar lo que ya había estropeado... Y el fantasma de la imparcialidad asomó por la cancha. Esto alteró a los pocos espectadores y ya la fiesta era otra cosa. A ver que se inventaba el tercer agente en la siguiente jugada. Menos mal que las canastas no las marcaba él porque el resultado podía ser un escándalo. 22-17 el tercer parcial y 16-19 el último. Resultado inamovible 68-76 y una nueva victoria para Cicar Tegueste.
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