BALONCESTO

BALONCESTO

CICAR TEGUESTE 81 CB LA VICTORIA 78

Y van... Eso es, nueva victoria del representativo de la Villa de Tegueste en un partido de infarto que contentó a propios y extraños por su intensidad e incertidumbre. La gente pensaba antes del inicio en si merecería la pena no haber ido a la noche en blanco por ver este encuentro de segunda y me temo que al final del encuentro ninguno de los 30 espectadores que aguantaron hasta el final habrá pensado en la noche lagunera. A destacar de inicio el esfuerzo y pundonor de todos en los momentos de currar.
Pero veamos el partido poco a poco. Para empezar... buena imagen de los forasteros que llegaban como víctimas por la racha de los locales. Pero no se comportaron como tales. Hicieron que este primer cuarto resultase igualado y avisaron a los de casa de sus intenciones. 20-18 apretado pero local.
Ya el segundo cuarto hizo ver que los presagios del primero se hacían realidad. Aparecían las primeras dudas en los teguesteros y de poco servían los paños calientes que Tito aplicaba a los síntomas. Ahora eran los victorieros los que corrían y se hacían con el tempo de la música que les apetecía. eran mejores e iban ganando. El 13-24 de parcial llevaba al marcador el tanteo con el que se iban ambos equipos a meditar: 33-42.
Si aquello no había sido bastante las diferencias en el comienzo del tercer cuarto estaban en los 11 puntos y la reacción teguestera era urgente. Como así fue: Una mejor selección de tiro, los triples que contrarrestaban a los de los opositores, el trabajo intenso en la pintura, los buenos minutos de la dirección del base junior, y algo de cansancio en los de fuera, amén del pundonor y esfuerzo continuado en los de Tito; hicieron mejorar los guarismos. 21-17 de este cuarto y todo pendiente como casi siempre para el colofón.
Colofón? aquello se convirtió en la guerra del Vietnam y obligó a todos a sacar las armas que tenían escondidas. Las canastas rozaban lo inverosímil y eran a cual más trabajada Todo porque las defensas se emplearon a fondo y bien a fondo. También aumentaron las faltas de la impotencia o del "mejor un relax" esas que te permiten coger resuello. A 30 segundos del final el marcador ofrecía un 68-68 muy inestable. A 20 segundos 68-69. A 7 segundos 68-70. Y empezó el tiempo especulativo de los entrenadores... tiempo muerto y propuesta... Todo para nivelar la contienda como fuese o para evitarlo, también como fuese. Pero la fortuna dijo que aquello era cosa de ella y a un segundo llegó la canasta de Rubén en un balón suelto que hizo saltar de alegría a todo el conjunto verdillo. ¡A la prórroga! Y comenzó otro partido que de pronto se convirtió en el mismo de sobresaltos y alternativas. Ahora el acierto estuvo en los de casa y se acabó con un 81-78 definitivo, a pesar de que los victorieros gozaron de una última oportunidad para con un triple poder hacer nuevas tablas. Aquello salió mal y ... fin.

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