A estas alturas de la competición cada equipo ya sabe a que juega y en función de esa premisa debe ser lo que ofrece en el campo. Cicar Tegueste recibía en su feudo al CB Guancha con la imperiosa necesidad de vencer y calmar la ansiedad provocada por resultados pasados pese a disponer de un minicolchón de seguridad, dos derrotas menos que su inmediato seguidor, que permiten cierto relax. Y allí, en el IES Tegueste, se vieron ambos conjuntos ante unos 25 espectadores.
El partido comenzó con ese descaro que permite el tener mucho tiempo por delante. Las acciones de ambos equipos eran valientes y con todo. Las defensas, por el contrario, eran desorganizadas y poco resolutivas. Pero era el equipo de La Guancha el que mostraba mejores guarismos al finalizar los diez primero minutos. El escaso margen 16-19 no era motivo de preocupación local ni de euforia visitante. Por cierto que los "verde flojo", Tegueste también lucía su color habitual algo más oscuro que sus rivales, presentaban en esta visita un equipo de circunstancias con ocho jugadores y poca apariencia de venir a por los puntos en juego.
El segundo cuarto dio vuelta a la tortilla completamente y fue por completo para los de la Villa. 22-13 terminó el tiempo reglamentario. Merced al ajuste defensivo y a su habitual rapidez de contrataque los teguesteros metían miedo y hacían ver que este partido tenía dueño. Acabó con un 38-32 para esperar lo mejor en el tercero, como nos tienen acostumbrados. Todo basado en la sensación de que los guancheros no estaban para muchos trotes.
Luego del descanso se esperaba la confirmación y la ruptura del partido. Pero las cosas de palacio van despacio y los locales aplazaron su apuesta en tanto no recibían ningún acoso intenso. Vamos que hubo cierta calma chicha visualizada en un marcador que no mostraba diferencias importantes. 52-47 y a batirse el cobre en el cuarto final.
Y el cuarto final resultó de lo más interesante para que la escasa parroquia que veía el encuentro no acabase inmersa en el tedio de esos partidos con más fallos que aciertos y con muestras de inoperancia anodina. Antes al contrario lo que allí sucedió generó amplia expectación. A cuatro minutos para el final la presión de los visitantes dio su fruto al empatar a 56. De nuevo fantasmas sobrevolando el IES Tegueste. Un escaso parcial de 3-2 en algo más de tres minutos daba ventaja a los de casa, porque los nervios apretaban y los aros eran cada vez más pequeños. Ya no había frescura. Para entonces el equipo de La Guancha ya había perdido a dos de sus hombres por lesión y faltas. Entonces quedan 17 segundos y la jugada local acaba en antideportiva que rompe la igualdad y permite a Cicar Tegueste ponerse dos arriba para terminar el encuentro con un apretado 62-58.
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